14 (Coaching Salud) No me diga nada... Pero SIGA HACIENDOLO
02.10.2013 12:34
NO ME DIGA NADA… PERO SIGA HACIÉNDOLO
Un paciente que viene superado día a día un diagnóstico que ido cambiando de 6 meses a 7 años de bienestar, viviendo intensamente como si la enfermedad se hubiese congelado en el tiempo. Me contó que su médico le decía: “No sé qué está haciendo usted, no entiendo eso de la energía, no me diga nada… pero siga haciéndolo”
Este paciente me pidió que escribiera algún artículo que en cual, se dejara percibir la dimensión del trabajo espiritual que una persona requiere hacer, y lo que una enfermedad puede representar en nuestras vidas, como mensaje, como protesta profunda o como camino de realización. Difícil tarea, haré lo posible, porque sé que a todos en algún momento nos puede tocar acompañar a alguien o a nosotros mismos a superar una enfermedad o a morir.
Cuando tenía 15 años una amiga de mi madre, me pidió que la visitara en el hospital, ella estaba internada por cáncer de pulmón, ahogándose día a día. Mirándome a los ojos me dijo: Necesito una respuesta honesta y los demás me engañan. Me quieren hacer una transfusión ¿Tú te la harías?. Sentía desmayarme mientras esos ojos derrumbaban en mi interior las paredes de deshonestidad, y con profundo amor le dije: No, solo vas hacer tu agonía más larga. Entonces volvió a mirarme a los ojos y me pidió: Enséñame a morir. Y pasamos 5 tardes conversando hasta que finalmente siento que partió en paz, ese día supe que había sido partera al más allá.
¿Qué aprendí? Aprendí que no hay un modelo exacto para acompañar a alguien en el viaje más importante de su vida, y que el viajero requiere abordar temas graves de forma delicada y honesta, cultivando la sintonía y el bienestar espiritual.
Partiendo del principio de que el 90% de las enfermedades físicas se han iniciado en sufrimiento, en el dolor, en la depresión, en la ansiedad, en el victimismo, en la represión de nuestras emociones y potencial, principalmente en la actitud negativa con la que se analiza o afrontan las experiencias.
El viajero no solo tiene que enfrentar un viaje no deseado, sino también la rabia al darse cuenta que se mató a sí mismo por no trabajar su inmadurez emocional y por cuidar de si mismo, sumándose la familia que no siempre saben cómo ser apoyo y convierten en peso.
Como puedes leer en estas primeras líneas, el tema es complejo y tiene varios frentes simultáneos que cuidar, que requieren de una estrategia y entrega total, sin esperar un premio o un castigo, sino dejándose sorprender día a día por la vida.
En mis 40 años de consultorio, los pacientes que se han superado sobre diagnósticos terminales, requieren un gran cambio interno para elevar su data energética a otra dimensión, que les permita fortalecer al sistema inmune y que este se haga cargo del equilibrio, ya sea congelando la enfermedad o restaurando la salud.
Sea cual sea la enfermedad e independiente de la percepción que se tenga de la gravedad, el apoyo psicoespiritual es significativo para crear cambios y asumir el control de la recuperación, adaptación y sobre todo para mejorar la calidad de vida.
¿Por qué el paciente terminal, requiere de apoyo PsicoEspiritual?
• Cuando una persona siente que su tiempo está concluyendo, tiende a interiorizarse y llega a percibir otras dimensiones de sí. Convenciéndose de que somos algo más que entes físicos. En este momento requiere de apoyo espiritual para poner en orden su mente y comulgar su nueva percepción con sus viejas ideas.
• Es muy fuerte para un viajero conversar estos temas con la familia y necesita profundamente expresarse y encuadrar toda esta nueva realidad en su vida, que pertenece al terreno de lo espiritual.
• Quien brinde dicho apoyo debe tener la mente abierta, ya que la espiritualidad ha evolucionado mucho en nuestros tiempos, tanto que no es correcto encerrarse en creencias, sino abrirse a la necesidad del viajero en cuanto a respuestas sobre valores y la búsqueda del sentido de sus experiencias, así como la necesidad de ser autotranscendente con paz, fe y unión a otros o a Dios.
Estos son algunos puntos más comunes, de lo que significa dimensión espiritual del ser humano:
CLARIDAD: Todo viajero esta en búsqueda de mayor felicidad, mejor conocimiento de sí mismo con paz interna, así como reconciliarse con su pasado y con su gente.
TODO ESTA BIEN: Todos cometemos errores y aciertos, tendemos a vivir y actuar de forma congruente a lo que somos y lo que hacemos. De modo que aunque el viajero abra sus ojos a más posibilidades, estas deben respetar su propia lógica interna, la cual está en relación con su brújula interna.
NO ESTAMOS SOLOS, SINO CONECTADOS El profundizar en estos vínculos nos hace sentir que formamos parte de un todo al que pertenecemos. Valores como amor, paz, serenidad, generosidad son parte la experiencia.
EL PROPÓSITO: Incluye una amplia comprensión para llegar a la profunda necesidad perdón y reconciliación consigo mismo, con los demás y la con vida… incluso con Dios.
POR TRANSCENDENCIA he entendido abrir el alma, la mente y las posibilidades. Expandirnos más allá de los confines comunes de las experiencias cotidianas, la capacidad de abrirse a nuevas perspectivas desde unos criterios distintos, aventurándonos a espacios vitales de encuentro con algo o alguien que nos supera y en lo que encontramos sentido.
Solo como aclaración: Las experiencias espirituales son universales y las experiencias religiosas son personales.
Con Amor,
Marie Rivarola